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Del
garabato a las primeras formas
A
partir del segundo año, el niño es capaz de ir dando forma a los
garabatos. Ya no se trata sólo de líneas inconexas sino que se
observan agrupamientos de trazos en formas con contornos. Suele
también empezar la experimentación con diferentes colores. En esta
etapa ya podemos distinguir algunos rasgos del temperamento del niño
tal como se apunta más adelante.